domingo, 16 de octubre de 2011

Otro amanecer


Hoy desperté con todas las tristezas de la tierra acumuladas en mi alma.
Hoy desperté con la tristeza por un ser amado que murió,
Por un hijo que me abandonó.
Desperté añorando al amante que luego de compartir mi cama por horas, desapareció.
Hoy me dolió más que nunca el desamor, la traición de mi amiga, el rechazo de mis padres, la vergüenza que experimenté.
Hoy sentí el inmenso peso que tienen mis sueños rotos,
Mis anhelos olvidados.
Hoy lloré por la virginidad que perdí,
Sufrí por el divorcio que nos separó
Me afligí tanto por el embarazo luego de esa violación.
Hoy sufrí el abandono de mis nietos,
La pérdida de mi vista
Me lamenté tanto el desastroso accidente.
Hoy lloré y grité por no poder tener hijos,
Por el despido en mi trabajo
Y la pérdida de año en el colegio.
Lloré por el incendio de mi casa,
Por la bulimia que no controlo,
Por perder el partido que definiría el triunfo.
Me afligí por la pelea con mi marido, por aquella terrible sospecha de que hemos dejado de amarnos.
Me quejé por la guerra, sufrí por ser ignorada, me dolió más que nunca mi enfermedad terminal y esas largas horas luego que ya no estás.
Hoy sufrí por el hambre, por la injusticia, por lo cruel, por esperar, por el silencio, por ver tu avión despegar.

Debió ser el clima lo que me deprimió tanto, a veces me pregunto, por qué las mujeres somos tan hormonales y nuestros estados de ánimos son tan volubles, pero luego, reflexionando, se me dibuja una esperanza en el corazón: a lo mejor mañana, al despertar, tenga todas las alegrías de la tierra, acumuladas en mi alma.

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