domingo, 27 de mayo de 2012

Sólo nosotros dos

Yo, que divagaba al ritmo lento de las calles de los lunes a media noche,
tú, que corrías por la vida como presintiendo lo que sucedió.

Ya sé que decir adiós es crecer,
pero no pude siquiera decirte bienvenido,
por eso nada de lecciones aprendidas
rencores, pasiones, ni cosas parecidas.

Dijiste que no te resignabas a que cuando mueras
el mundo siga como si no hubieses estado,
dos años después te escribo para confesarte
que el mundo cambió contigo,
mi mundo cambió contigo.




Donde sea que estés,
toca tu canción,
ríete por favor.