lunes, 17 de octubre de 2011

100 años de sequedad


Con 100 años de sequedad Macondo ni siquiera tiene oportunidad de existir,
la peste del insomnio llegará pero por culpa de los problemas ambientales.

El miedo a tener hijos con cola de chancho no es por causa de ser parientes, es por causa de la contaminación química, que altera las composiciones naturales.

Remedios no podrá ascender porque el cielo estará demasiado contaminado y Melquíades decidirá no volver, de todos modos la realidad sólo promete fenecer.

Macondo no resistiría 100 años de sequedad, ¿de verdad piensas que nosotros podemos?

domingo, 16 de octubre de 2011

Amante

Amante bastante vibrante y acompañante de noches excitantes y delirantes.

Odio


Odio que creas que me entiendes, que estés convencido de que puedes interpretarme por medio de mis periodos menstruales, que supongas que mi mal humor se debe a la fecha o que si te grito es porque mi cuerpo está en crisis.

Odio que con tus aires de sabio, no hagas caso a lo que digo, que por el contrario te digas que es todo por culpa de la naturaleza femenina. Detesto que me interpretes. Que te gloríes de dominarme, que reafirmes que todo está bajo tu control, por tu dominio con las ´hembras´.

Te digo abyecto compañero, que no conoces nada de mí. Que te equivocas si crees que con la biología vas a entenderme, te confieso que ni con todas las ciencias y creencias podrás acercarte siquiera a lo que soy. Deja ya de gritar tu superioridad, lo haces tan fuerte, para que no se note tu evidente inferioridad, pero yo, mi débil amante, te conozco tan bien, que podría dibujarte a tal extremo de similitud, que tú mismo durarías respecto a quién es la copia de quien.

Si alguien conoce a alguien aquí, soy yo, es que no tienes muchos secretos, no eres más que un simple ser, que vino a la tierra para vagar y fenecer, eres un individuo de una dimensión, que no se imagina su terrible condición.

Me das lástima y si me enojo y te grito, es porque me aburres, nada tiene que ver mi organismo en esto, es por culpa de tu incapacidad de ser algo diferente a lo que eres.

Si el calendario de mi cuerpo coincide con mis confesiones de que te detesto, es mera concomitancia, no busques relación, al menos no con eso, si es que existiese algo que pudiese relacionarse serían las estupideces que me dices, así que deja de buscar explicaciones, pretendiendo que en mí esté la causa.

Entérate de una vez que la causa de mis males sos vos.

Inventor de males


Tienes en la distancia de tu mente a tu corazón una máquina que produce maneras de hacerme daño. Inventa cada dos horas, un motivo para enfadarme. Produce como si nada, escenas y hasta películas trágicas que pretenden dejarme en claro, que no eres para mí y que mereces algo mejor.

Cuando leas esta nota, ya no estaré para verte refunfuñar de enojo, me fui querido, me llevé mis cosas y no voy a volver más. He decidido dejarte, a ti y a tu máquina de males, que a fin de cuentas, son lo mismo.

Nada es mejor


Se conocieron en un lugar, cuando ninguno de los dos quería continuar.
Cuando ella había decidido sobrevivir y terminar convertida en estatua, por beata.
Él inyectándose pasajera felicidad, para olvidar, la vio sin querer escondida entre un vestido floreado y discreto, que sin planear, la hacían resaltar... Llevaba flores a un altar, de una madre que parecía no escuchar.

Ninguno de los dos, al levantarse de la cama al despertar imaginó que esa misma noche, al acostarse, no podrían ya dejar de pensarse, de desearse, de soñarse y de planearse.


Lástima que ahora, acostados cada cual, en su lado del sofá, han olvidado ese encuentro que prometía felicidad. Porque los cuentos de hadas, están impresos para ilusionar y sospecho que el amor con su perfección, está escondido en un lejano lugar... aun así, sobre todo, no dejemos de intentar, de lograr  imitar o algo similar, al amor, porque nada es mejor.


Mañana

Mañana dejaremos de jugar con nuestros cuerpos,
mañana el hechizo se acabará,
mañana dejaremos de sentirnos amados,
mañana la historia tendrá punto final.

Pero hoy mi amor, sólo por hoy, déjame seguir siendo tu princesa vampira, que respira y te mira.

En su espera


Mi amado Dago, usted debe estar pensando que yo ya le he olvidado, lamento decepcionarlo al comunicarle que aún tengo la maleta bajo mi cama y que he optado por dormir en el día y esperarlo en las noches, no vaya a ser que usted venga cualquier madrugada de estas, dispuesto a cruzar desiertos y mares de mi mano y me encuentre durmiendo. No, no, no, eso sí que no. Es más, hasta me arreglo muy bonita para que usted, al verme, no vaya a echarse para atrás.

Estoy tratando de descubrir la fórmula mágica, de ir contra natura, para eliminar por completo mis horas de sueño. Como aún no lo consigo, estoy tomando enormes cantidades de café, para estar despierta, ya sabe, a lo mejor usted me llama durante el día para avisarme que vendrá en la madrugada, y como yo un día decidí, ser su mujer todas las horas de mi existencia, no debo descuidarme ni un solo minuto.

No tarde mi Dago,
Hasta nuestra madrugada,
Lo ama siempre,
Penélope

Otro amanecer


Hoy desperté con todas las tristezas de la tierra acumuladas en mi alma.
Hoy desperté con la tristeza por un ser amado que murió,
Por un hijo que me abandonó.
Desperté añorando al amante que luego de compartir mi cama por horas, desapareció.
Hoy me dolió más que nunca el desamor, la traición de mi amiga, el rechazo de mis padres, la vergüenza que experimenté.
Hoy sentí el inmenso peso que tienen mis sueños rotos,
Mis anhelos olvidados.
Hoy lloré por la virginidad que perdí,
Sufrí por el divorcio que nos separó
Me afligí tanto por el embarazo luego de esa violación.
Hoy sufrí el abandono de mis nietos,
La pérdida de mi vista
Me lamenté tanto el desastroso accidente.
Hoy lloré y grité por no poder tener hijos,
Por el despido en mi trabajo
Y la pérdida de año en el colegio.
Lloré por el incendio de mi casa,
Por la bulimia que no controlo,
Por perder el partido que definiría el triunfo.
Me afligí por la pelea con mi marido, por aquella terrible sospecha de que hemos dejado de amarnos.
Me quejé por la guerra, sufrí por ser ignorada, me dolió más que nunca mi enfermedad terminal y esas largas horas luego que ya no estás.
Hoy sufrí por el hambre, por la injusticia, por lo cruel, por esperar, por el silencio, por ver tu avión despegar.

Debió ser el clima lo que me deprimió tanto, a veces me pregunto, por qué las mujeres somos tan hormonales y nuestros estados de ánimos son tan volubles, pero luego, reflexionando, se me dibuja una esperanza en el corazón: a lo mejor mañana, al despertar, tenga todas las alegrías de la tierra, acumuladas en mi alma.

Como debe ser


Luego de recibir tu carta, de alegrarme por saber que estás vivo y que llegaste bien, después de decepcionarme al leer tus líneas, he decidido escribir la carta que me hubiese gustado recibir; pero el plan es el siguiente, yo la escribo, te la mando, tú la firmas, me la mandas y yo me alegro por lo escrito.

Penélope:
Acabo de llegar y ya siento que no puedo vivir sin ti, aquí todo debe ser muy hermoso, pero para mí no deja de ser gris. La casa que compré, donde voy a vivir, es muy grande y Rosario dice que seremos muy felices, pero yo estoy seguro de que no volveré a sonreír honestamente, que todas las muecas y los intentos por seguir viviendo no son más que una vil mentira. Que mi vida está con vos, aunque no estés.
No te imaginas como extraño despertar y verte acostada a mi lado, que ninguna mujer se parece a ti, ni siquiera Rosario que aunque al final, haya sido la mujer que escogí para mi vida, no lleva dentro esas tus garras de loba feroz, ni tu libertad de mariposa fugaz. Y eso es lo que más me duele mi amada Penélope, tener que compararte a diario con mi esposa porque no logro sacarte de mi mente.
Quédate alerta mi amada, ten siempre tu maleta bajo tu cama, cualquier madrugada de estas, iré por ti y huiremos juntos al lugar donde ni siquiera los remordimientos nos encuentren.
Hasta cualquier madrugada.
                Te amo siempre
                       Dago.

Una niña...


Una niña de ojos grandes y rizos negros se cayó,
una mano la levantó, pero la engañó.

Una niña de ojos grandes y rizos negros
mancha su vida y no mira el sol.

Un cuarto frío y oscuro la esconde en un rincón
ella mueve sus caderas noche a noche
seduciendo a la pasión
y aunque sola sólo llore,
en compañía brinda placer, deleite y seducción.

Una niña de ojos grandes y rizos negros no recuerda como empezó,
sólo sabe que no hay salida de aquella prisión.

Dulce Tentación

Acércate que a lo mejor...
sale el sol antes de que nuestros cuerpos se reconozcan,
antes de que las ganas se fundan y desconozcan.

Acércate y veamos que sucede,
vamos, acércate y deja que en tí me enrede.
No vaya a ser que mañana nos lamentemos por lo que perdimos,
y querramos absurdamente volver al instante aquel en el que huimos.

Acércate que a lo mejor después de esto,
desee estar contigo hasta morir,
experimentemos el amor gesto a gesto,
aunque implique ciertas cosas transgredir.

Acércate...

sábado, 15 de octubre de 2011

A vos

A vos te escribo, a vos.

A vos, que nunca me lees y no sabés responder.
A vos, que cigarrillo tras cigarrillo pasás la vida como si no dolieran los adioses.
A vos, que me enseñaste a no llorar pero no, a no sufrir.

A vos que te fuiste... a vos que no estuviste... a vos que nunca exististe.

lunes, 10 de octubre de 2011

Invierno

Lóbrego ambiente en la casa. Rastros de tu presencia siguen rondando por los cuartos. Llueve en los pasillos y en los cajones las últimas hojas de los árboles de afecto que quedaban. El teléfono mal colgado de la sala tiene vientos imperiosos que debes en cuando se le escapan y dejan resonar el adiós que me dijiste antes de irte.

Nieva en nuestra habitación, y yo acostada en la cama muero de frío. La ropa que dejaste tirada en el suelo se inundó por el mar de lágrimas que hay bajo la cama, mar que existe por culpa mía.



Detesto los inviernos y más cuando afuera hay un clima de 40 Cº.

¿Inventemos otro mundo?

Donde yo no tenga miedo y vos estés enamorado.

Coleccionista de Mauricios


Su amado Mauricio se fue lejos del país y Lucía perdió su rastro. Ni su teléfono, ni su dirección de correo, ni la fecha de retorno, es más, ni siquiera la certeza de que volvería. No le quedaba nada, sólo ese amor que era ígneo en su pecho, el cual nunca se atrevió a confesarle. Por eso decidió encontrarlo, contactarse con él a como de lugar y decirle todo lo que llevaba dentro, confesarle su amor a pesar de que él, ni siquiera la conozca.

El problema era que no tenía ninguna pista, a penas lo había visto en el colegio durante los recreos y sólo sabía su nombre y su apellido. Como era muy tímida no se atrevía a preguntar a nadie a cerca de él, para no levantar sospechas.

Por bendición y maldición inventaron las redes sociales, así que Lucía se hizo adicta a ellas, se hizo cuenta en Facebook, en Twitter, en Yahoo, entre otras. Renunció a la vida social y al llegar del colegio se internaba en su cuarto para establecer relación con su monitor, buscaba y agregaba a todos los Mauricios que podía con la esperanza del que suyo se interne igual que ella en alguna de esas redes.

A pesar de que el apellido de los Mauricios no coincidía con el de su amado, los agregaba a su lista de amigos. A decir verdad, ya había pasado tanto tiempo y tantos muros de contactos que no recordaba con certeza el apellido de su Mauricio, así que bien podía ser Mauricio Rojas como Mauricio Hassan.

Luego terminó el colegio, con miles de amigos con nombre similar en sus múltiples cuentas, sus padres la enviaron a que estudiase en otra ciudad, para que tenga la oportunidad de cambiar de ambiente. Fue allí donde, en la universidad pública empezó a conocer a varios Mauricios y cada vez que conocía a alguno, sentía que se enamoraba perdidamente y es que a decir verdad, ya había pasado tanto tiempo y tantos rostros de personas que no recordaba con certeza la fisonomía de su Mauricio, así que bien podía tener ojos grandes o pequeños, como cabello lacio o rizado.
Luego de transcurrir cierto tiempo, y de que Lucía se enamore perdidamente de muchos, que eran el mismo para ella, apareció el Mauricio real. Había llegado al país justo a esa ciudad a hacer una especialidad en la universidad a la que ella asistía.

Cuando se vieron frente a frente, él por supuesto no la reconoció, él ni siquiera la conocía. Y ella, lo vio y le pareció familiar, empero no podía recordar quien era.
Luego de que los presentaran, él quedó perdidamente enamorado de ella y ella al saber que se llamaba Mauricio, por supuesto que de igual manera, quedó flechada.

Luego de conocerse, de que se dieran cuenta ambos que estuvieron en el mismo colegio, y ella de que él era su amado, pretendieron estar juntos, y así fue. Dos semanas luego de conocerse se hicieron novios, un mes de noviazgo el mejor de sus vidas, ella se sentía realizada y él más enamorado que nunca. Dos meses, tres, cuatro,  cinco, Lucía sospechaba que este Mauricio no era el de ella, no era como ella lo había conocido, no era el perfecto príncipe que había buscado en todos los anteriores creyendo que eran este y ahora en este que era aun peor que los anteriores. 

La relación terminó mal, luego de un par de infidelidades, Lucía llegó a la conclusión que todo había sido una broma, que alguien de muy mal gusto le gastó. Que todo estuvo diseñado para hacerle creer que su Mauricio era aquel, sin embargo estaba convencida de que no era así. 
Por eso, aun hoy, sigue buscando a todos los Mauricios por cuentas de correos y  redes sociales, y por supuesto, sigue enamorándose de cada nuevo Mauricio que conoce, sin perder la esperanza de encontrar en alguno de ellos a su perfecto imaginario.

domingo, 9 de octubre de 2011

Tango


Y la mujer se hizo tango, sobre el escenario, mientras bailaba, dejó de ser lo que era y se hizo música, ahora aparece camuflada en cualquier tango de Gardel, con las luces bajas y el ambiente melancólico. Y seduce en notas de música, y conquista sobre tacones al bailar, deslumbra con medias negras, pero se esfuma, cuando la canción llega a su final.

A Dulcinea


Hermosa princesa bien amada, 
que vives en la mente de Alonso Quijano, 
te confieso que me he enamorado de ti y de tu perfección, 

probablemente tendré que abrir la cabeza del Quijote para liberarte y darte los castillos que están en mi mente y que un día estuvieron en la cabeza del hidalgo.