viernes, 7 de octubre de 2011

Martes

Me gustas desnuda, dices mientras me observas tumbada en la cama, agotada, luego de la faena típica de los martes por la tarde.
Mientras me visto, me cuentas cosas que ahora no logro recordar, debido a mi absoluta falta de interés.

En fin, luego de lo ya "acostumbrado-acordado", procedo como siempre a dirigirme a mi casa en silencio, mientras tú manejas y sigues hablando, yo me pierdo en pensamientos vanos, esperando el beso de despedida.

Hace ya mucho tiempo que llevamos haciendo esto. Tú escapando de tu familia para verme los martes por las tardes y yo, restringida por no poder llamarte, ni escribirte, ni buscarte, debo limitarme a esperar ansiosa los martes. El resto de la semana debo quedar anestesiada y no pensar, no sentir, no extrañar, para así dar todo de mí el día que te vea.

Hoy es lunes y no quiero que sea martes. ¿Estaré enferma?

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