domingo, 17 de marzo de 2013


Me conocen como Carolina Méndez Valencia, por mi parte, respondo a este nombre, pero también a unos cuantos más que los tengo bien merecidos. Soy Julieta, la eterna enamorada,  llevo una Penélope dentro, esa paciente que siempre espera, he desatado guerras imaginarias siendo Elena, hay noches que contienen los 100 años de soledad y es cuando me vuelvo Úrsula, a veces tomo decisiones equivocadas, sí, también soy Eva, otras en cambio, soy no más esa desconocida que circula por las calles y que su máxima aspiración es oler flores.


Riberalta, fue el pueblo (ahora ciudad) que me vio nacer. Me brindó sus calles cálidas y me susurró sus anhelos de progreso. Tengo una familia grandiosa que hizo de mi casa un universo, donde el impresionismo o el surrealismo eran cotidianidad. Mis padres son seres tan extraños, es que hasta ahora termino de entender de dónde sacan tanto amor. 


Fui a una escuela donde me enseñaron que hay que hacer grandes cosas, pero siempre hay que bajar la cabeza para que Dios pueda bendecírtela.


Debo admitirlo, no soy inmune a una sonrisa sincera, ni a una lágrima, ni a una canción de amor y mucho menos lo soy, a unos pies descalzos.


Sobre lo que me gusta (y me es necesario), puedo decir que la poesía es el azúcar que endulza mi café matutino, la pintura un verso colorido, la costura el pasatiempo más “aprovechatiempo” que tengo y pues, ser periodista es,…  es ser un poquito heroína.


A lo largo de mi vida, he conocido personas geniales, tanto como para sentirme la más afortunada de todas. He caído, levantado, despeinado, reído, lastimado,  bailado, viajado, soñado, volado y lo volvería a hacer, pero pido como única condición, que no me cambien los testigos. Sin ellos, probablemente el guión de mi vida, sería otro.


Termino esto, con tres puntos suspensivos (aún no sé manejar bien eso de los puntos finales), voy a ponerme una sonrisa y saldré a caminar, a buscar la continuación de esta biografía…








martes, 12 de febrero de 2013

Grita

Grita y no la dejes marchar
Grita de felicidad
Gritos de dolor
Que nueva vida dio.
Gritos
Gritos de pasión,
Gritos de desesperación,
Gritos haciendo el amor.

Gritar para la inercia matar.
Gritar para burlar
la tranquilidad.

Gritar para vivir,
o morir.
Gritar para existir.