domingo, 16 de octubre de 2011

Odio


Odio que creas que me entiendes, que estés convencido de que puedes interpretarme por medio de mis periodos menstruales, que supongas que mi mal humor se debe a la fecha o que si te grito es porque mi cuerpo está en crisis.

Odio que con tus aires de sabio, no hagas caso a lo que digo, que por el contrario te digas que es todo por culpa de la naturaleza femenina. Detesto que me interpretes. Que te gloríes de dominarme, que reafirmes que todo está bajo tu control, por tu dominio con las ´hembras´.

Te digo abyecto compañero, que no conoces nada de mí. Que te equivocas si crees que con la biología vas a entenderme, te confieso que ni con todas las ciencias y creencias podrás acercarte siquiera a lo que soy. Deja ya de gritar tu superioridad, lo haces tan fuerte, para que no se note tu evidente inferioridad, pero yo, mi débil amante, te conozco tan bien, que podría dibujarte a tal extremo de similitud, que tú mismo durarías respecto a quién es la copia de quien.

Si alguien conoce a alguien aquí, soy yo, es que no tienes muchos secretos, no eres más que un simple ser, que vino a la tierra para vagar y fenecer, eres un individuo de una dimensión, que no se imagina su terrible condición.

Me das lástima y si me enojo y te grito, es porque me aburres, nada tiene que ver mi organismo en esto, es por culpa de tu incapacidad de ser algo diferente a lo que eres.

Si el calendario de mi cuerpo coincide con mis confesiones de que te detesto, es mera concomitancia, no busques relación, al menos no con eso, si es que existiese algo que pudiese relacionarse serían las estupideces que me dices, así que deja de buscar explicaciones, pretendiendo que en mí esté la causa.

Entérate de una vez que la causa de mis males sos vos.

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